La obra "Entropía Sinfónica" fue compuesta en la primavera de 2010 para la orquesta Camerata Musicalis de Madrid. En ella experimento con recursos compositivos más contemporáneos, y pueden advertirse influencias directas de Bartok, Lutoslawski y Rautavaara.
Su peculiar orquestación (orquesta clásica sin fagotes) se debe a que en ese mismo programa se interpretaba un concierto para dos fagotes que tenía ocupados a estos dos músicos e impidió que participaran en la obra.
El término "entropía" lo cogí prestado de la termodinámica. Con él quería expresar en una sola palabra el deseo de jugar con el grado de desorden sonoro, el cual se incrementa hasta alcanzar un claro punto culminante hacia el final de la obra. Por supuesto, este desorden alude a los planos melódico, armónico y rítmico principalmente, partiendo de una textura al unísono en la que se expone el material principal en valores largos. Este material va sufriendo una serie de procesos de desarrollo rítmico y contrapuntístico hasta llegar al desorden absoluto, una sección que simula un cluster móvil por medio de cajas de aleatoriedad controlada.
El "coral" que surge en las maderas sobre un colchón de armónicos de violín, claro contraste con el tema principal, no acaba de comportarse de una manera completamente tonal, frustrándose cada una de las cadencias por la aparición de acordes formados por cuartas superpuestas, los cuales serán la norma a lo largo de toda la obra.
El estreno tuvo lugar en el Teatro Buero Vallejo de Alcorcón el día 5 de junio de 2010. Edgar martín se encargó de la dirección y yo me senté en el puesto del concertino, como llevo haciendo desde 2009. La obra tuvo una buena acogida por parte del público y sobre todo por la orquesta, que se volcó con ella.
No puedo dejar de agradecer a Camerata Musicalis y a Edgar el gran trabajo que hicieron con mi "Entropía Sinfónica".
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